martes, 19 de junio de 2012

ACEQUIA VIRREINAL

Con el descubrimiento del pasadizo del traspatio del centro de salud se despertó en Xalapa y la región la fiebre por explorar túneles bajo la ciudad a tal grado que los propietarios de los inmuebles poseedores de accesos a los mismos, tuvieron que colocarles puertas y rejas con candados para evitar que grupos de curiosos entraran a recorrerlos a todas horas, incluso en horas de la madrugada.

Sin embargo alguien de la tercera edad dió a conocer que a 15 metros de la entrada al enorme pasaje subterráneo de Diego Leño está la de otro con mayor longitud que cruza bajo las calles del centro de la ciudad en sentido contrario al primero.

Así las cosas en junio de 1983 volvimos a reunirnos los exploradores de la primera expedición y otra vez nos infiltramos a escondidas hasta el mencionado traspatio con tanta suerte que la nueva puerta de lámina que habían colocado estaba sin el candado puesto.

Sin mayores problemas nos adentramos en el túnel y lo primero que notamos fue la enorme diferencia entre un estilo arquitectónico y otro porque en lugar de arcos y enormes bóvedas como en el anterior en el que ahora ocupaba nuestra atención se nos presentaban piso, techo y paredes, recubiertos por una capa de mezcla con cemento.

La forma del túnel es cuadrangular muy semejante a la del viaducto del parque Juárez de Xalapa pero con altura y ancho de apenas la mitad y en el interior vimos una inscripción donde se asienta que este sitio fue reparado en 1908 por la constructora León de México S.A.

Cabe citar que a lo largo de todo el túnel que mide 180 metros de longitud hay un canal que conduce agua clara y limpia y en un sector el túnel posee una ramificación de 20 metros de largo y en su ángulo superior derecho hay una filtración de luz de gran tamaño por lo que decidimos analizarla con detenimiento, apreciando que estábamos bajo una atarjea al pie de la banqueta de la calle de Juan Soto.

Dejamos la remificación y volvimos al túnel principal hasta llegar a una zona amplia y circular con el techo de concreto que sólo dejaba ver una serie de pequeños agujeros que permitiían la entrada de luz que se interrumpía cada 6 o 7 segundos.

Los cuatro nos colocamos justo abajo de los agujeros y nos dimos cuenta que nos encontrábamos bajo el pavimento en el cruce de las arterias de Xalapeños Ilustres, Landero y Coss y Juan Soto.
Ahí finalizaba el tunel en sus dimensiones antes mencionadas y sólo se le unía uno muy estrecho por el que llegaba el agua que lo recorría en su totalidad, procedente del manantial de Techacapa que brota del patio de una casa de Landero y Coss.

Después de comprobar que el pasadizo no tenía más ramales, iniciamos el recorrido hacia la salida y por la tarde nuevamente fuí a cuestionar al profesor Ramírez Lavoignet quién se mostró feliz por nuestro nuevo hallazgo. De hecho a su estilo nos felicitó efusivamente.

Precisó que lo que encontramos fue la legendaria acequia virreinal construida en 1797 aunque en el plano de 1776 se muestra marcada y corriendo a cielo abierto.
El diccionario dice que acequia es un canal por donde se conduce agua para diversos fines y el profesor Lavoignet añadió que se edificó para canalizar hacia las afueras de la colonial Xalapa todas las aguas de la parte norte como los barrios de Xallitic y Techacapa.

Subrayó que la acequia era muy antigua cuando el 24 de noviembre de 1847 se tomó en cuenta como posible medio de escapatoria a los héroes xalapeños Antonio García y Ambrosio Alcalde.

El cronista de la ciudad recordó el acontecimiento con todo lujo de detalles y comentó que los patriotas filántropos Canovas y Kennedy dejaron abierta la tapa mencionada que entonces era más amplia y que mucha gente conocía como El Boquerón.

Esto se hizo con el fin de que al pasar por ahi con el pelotón de fusilamiento los prisioneros pudieran zafarse de los guardias y saltar al interior del subterráneo para seguir después por el túnel del Cuartel del Vecindario (Diego Leño) y huir por el monte a un costado del Puente del Obispo (actualmente confluencia de Diego Leño y Santos degollado) que por esa época marcaba los límites de la ciudad.

Añadió el historiador que la escolta pasó por ahí proveniente del convento de San Francisco (hoy parque Juárez) y de la Posada Veracruzana (Centro Recreativo Xalapeño) pero que debido a un gesto patriótico, ambos militares prefirieron ofrendar sus vidas antes que escapar a través del centenario pasadizo.
Ambos fueron fusilados en la plazoleta de San José (hoy Alcalde y García).

A principios del año 2007 se hicieron trabajos de reforzamiento del pavimento de la avenida Xalapeños Ilustres y los encargados de las obras se percataron de la existencia de la acequia sin que la modificaran o dañaran en lo más mínimo.
Nosotros al explorarla en su totalidad jamás nos imaginamos que tuviera tanta historia y creo que por todo esto valió la pena hacerlo.

Isabel, Máximo, Antonio y José Luis dentro de la acequia.

2 comentarios:

  1. guau impresionante lastima que no puedan ser exploradas también ayudara a la cultura y aspecto turístico

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  2. guau impresionante lastima que no puedan ser exploradas también ayudara a la cultura y aspecto turístico

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