jueves, 21 de junio de 2012

BAJO EL PARQUE JUAREZ

Si usted sube por las escaleras del parque Juárez situadas junto a la salida del viaducto, podrá ver en el primer descanso una reja con candado al pie del muro de contención del propio parque y frente a la pared poniente del Palacio de Gobierno de Xalapa.

Esta reja no siempre tuvo candado y después de las incursiones al túnel del centro de salud y a la acequia virreinal vimos que sólo estaba asegurada con un alambre por lo que ni tardos ni perezosos procedimos a quitarlo.

Traspasamos el umbral y en el interior vimos los restos de lo que bien pudo ser una bomba extractora de agua, colocada sobre una base de madera muy deteriorada y a punto de quebrarse.
Tuvimos que pararnos sobre las añejas vigas y tras cerrar la reja por dentro observamos que un angosto túnel artificial seguía con dirección hacia los arriates del parque Juárez pero a unos 10 metros de profundidad.

Raúl Marín, Bertoldo Santibáñez, Jorge Gloria, Máximo Hernández y el autor de esta crónica, José Luis Yáñez García, formamos fila con mucho esfuerzo debido a los escasos 80 centímetros de ancho del pasadizo pero había otro inconveniente y era precísamente que lo inundaba una gran cantidad de agua pesada.

Así se le llama cuando proviene de un manantial subterráneo y se caracteriza por ser más espesa y con ligero sabor a sales minerales pero nuestro objetivo no era analizar el agua sino explorar el túnel por lo que nos bajamos de las vigas y nos metimos al obscuro cauce.

El agua estaba muy fría, casi no llevaba corriente y nos llegaba hasta la cintura, pero vimos algo que nos maravilló y sorprendió hasta exclamar al unísono el grito de
"!míren, hay camarones vivos!".

Efectivamente, en el agua había numerosos crustáceos de los conocidos como burritos o camarones de río de color negro, nadando con la intención de esconderse de nosotros, metidos en su hábitat natural, cerrado tal vez durante mucho tiempo hasta nuestra incursión.

Bertoldo iba al frente y sólo jugamos con ellos, acercándoles las palmas de nuestras manos pero no lastimamos a ninguno y seguimos avanzando dentro del túnel y por los metros recorridos calculamos que debíamos estar bajo la fuente del parque Juárez cercana a Palacio de Gobierno.

El techo está formado por piedras largas y angostas conocidas como camarones, colocadas una al lado de otra lo que era señal inequívoca de que el antro se edificó cuando no se conocía la cimbra metálica ni la varilla.

Su presencia debe ser anterior a la construcción del propio parque Juárez si se toma en cuenta que el convento de San Francisco, edificado en el siglo XVI, estaba en el lado poniente y que fue demolido mucho antes de que el parque tomara forma a mediados del siglo XIX.

Avanzamos unos 25 metros hasta que una pared de ladrillo de manufactura relativamente reciente, impidió que llegáramos al inicio de la avenida Revolución pero apreciamos que el agua brotaba de la parte posterior del muro.

Quisimos derribarlo pero no deseábamos meternos en problemas por lo que al no detectar ramales ni disminución en el nivel del agua, decidimos regresar por donde entramos y colocar el alambre a la reja que sigue estando en su lugar.

Jorge Gloria, Bertoldo Santibáñez, Yáñez García, Raúl Marín y Máximo Hernández

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